Ponerse en los zapatos del otro...
Gracias Gracias Gracais
@elmundoenmiszapatos2
El teatro mueve las emociones, trae recuerdos, nos muestra a veces en un espejo que no teníamos presente.
En una bella salida compartiendo con una amiga, fuimos a ver @elmundoenmiszapatos2, con una maravillosa actriz y su directora, otro encanto, ambas mujeres sensibles, profesionales y con una personalidad maravillosa.
La obra me llevo de paseo por el pasado, los recuerdos, los permisos otorgados por el miedo, los sueños y deseos de cada cumpleaños, algunos cumplidos y otros no... pero que fuerte!!!
Paseando por los recuerdos y sueños de pequeñas, queriendo ser queridas, amadas, buscando la atención de algún primer gran amor, a cualquier precio, como lo es la entrega personal, sin conocer donde poner el limite, (entendiendo o no en el presente, el error), pero ya fue, no se puede cambiar y muchas veces quedando en el sueño no cumplido de ese amor que, claro solo nosotras teníamos, pero no lo entendíamos así... y talvez el día, que ese amor reaparece, por casualidad, ese sueño de amor no cumplido, nace el sentimiento nuevamente (y no hablo solo de personas, sino de sueños sin cumplir), eso que no pudo ser, talvez ahora pueda ser... y ufff, hay que tirarse a la pileta y ver si cumplimos el sueño, que talvez, termina siendo una desilusión, pero había que probar, a ver si ese sueño no cumplido se convierte en el amor de nuestra vida...
Todos guardamos sueños sin cumplir, a veces no comprendemos la historia del otro, no nos ponemos en sus zapatos, no sabemos cuanto soñó o deseo algo, vemos desde afuera, juzgamos, tiramos ideas de como actualizarse, para cumplir sueños, pero no podemos comprender su proceder, su forma y eso es simplemente porque cada historia es tan única, que la forma de entender al otro en profundidad seria vivir su historia, "ponerse en los zapatos del otro", pero eso es un imposible, cada momento de la vida usamos un par de zapatos diferentes, que nos hacían sentir confiad@s, segur@s, que marcara presencia, (como una forma de empoderamiento), porque el momento requería de esa fuerza que era una necesidad mostrar diciendo "aquí estoy".
Los sueños por cumplir, siempre serán anhelados, como lo hermoso que hubiese podido ser... todo lo que no fue, parece que hubiese podido ser lo mejor, justamente porque queda en la duda, de lo que no paso... pero no siempre eso que tanto he deseado en el pasado podría colmar mi vida ahora, porque he ido cambiando mis zapatos, mi forma de ver y sentir al vida.
Los recuerdos son un tesoro, hay que quedarse con lo que hace bien, los sueños son para cumplirse, pero, cuales son los sueños que valen la pena?, no todo lo que quedo en espera o no se cumplió, es terrible, talvez eso que no avanzo es lo mejor que podía darse, era hasta ahí mismo donde llego, no mas.
Lo que no fue, no sucedió, no pudo darse es parte del crecimiento y aprendizaje, no hay que quedarse agarrado, estancado y con los zapatos de ese día puestos , avanzar, generar nuevos sueños, mirar hacia adelante, hacerlo según los zapatos que mas disfrutas, no esta bueno, no es sano, volver a ponerse los zapatos mas lindos que duelen, solo por tener que marcar presencia para lograr algo, los zapatos más lindos y confortables, son los que te llevaran al lugar adecuado, a ser vos mism@, no esos que te dicen los demás (que nunca se los pusieron) que según ellos, deberías usar...
Esta metáfora de ponerse en los zapatos del otro, es maravillosa, porque da para mucho, todos nos creemos capaces de dar consejos, decir a los demás "como se hace", "como debería hacer tal o cual cosa", pero no tenemos ni idea de lo que el otro ha vivido, sentido, realizado, esperado, soñado, sufrido, cada uno mira su verdad, sin darse cuenta que lo que ve es solo un pedacito de la vida del otro y puede que no entienda las inseguridades, decisiones, valores, sueños y compromisos del otro.
Acaso no deberíamos aprender a escuchar, a preguntar antes de aconsejar a partir de nuestra visión de la vida, acaso no estaría bueno ponerse en los zapatos del otro antes de opinar siquiera, (digo, se me ocurre), poder ver al otro con respeto, con amor y comprensión, solo porque es diferente a mi y su historia es otra; incluso hermanos gemelos que vivieron la misma infancia tiene recuerdos diferentes de las mismas situaciones, lo sabias?, así de únicos somos, nuestras emociones, la forma de ver la vida es tan incomparable, que no todos estamos preparados para lo mismo...
Es hora de ponernos en los zapatos del otro, o aunque sea, respetar las diferencias con empatía, no te parece?
Sigamos cumpliendo sueños, pero esta vez, con los zapatos mas bellos y confortables, con esos que nos hacen ser nosotros mismos...
te saluda con cariño
deseándote una buena vida
Anamá
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