Carencias
Esos objetos o momentos, que hoy representan nuestra ansiedad o nos hacen actuar mal, refieren a un pasado plagado de carencias.
Por ejemplo, una persona que colecciona muñecas, porque en su infancia no tuvo, no las colecciona por satisfacción personal solamente, las usa para llenar el vacío emocional de la carencia de afecto que le quedó en su infancia.
Una infancia que tal vez plagada de insatisfacciones y agresión, la lleva hoy a tratar sin malestar o ira el tema, a no violentarse por lo vivido, después de muchas terapias, pero la carencia del afecto filial que no tuvo, sigue estando presente, sigue persiguiendo llenar un huequito en su corazón y su mente, con objetos materiales bonitos, pero lo que siempre ha anhelado es la posibilidad de amor filial no resuelto.
Una persona que comprende sus carencias, busca objetos o aprendizajes que ayuden a elaborar un argumento que excuse a las situaciones no agradables, tratando de no reprimir la emoción de vacío, pero teniendo la necesidad de llenar con algo ese vacío emocional.
No será el o los objetos los que llenen el vacío, esos objetos alegraran su vida actual, pero es importante el reconocimiento de la carencia para descubrir la raíz de ciertos sufrimientos.
La carencia de un hogar estable, físico o emocional, la llevará al deseo del mismo y, a la ansiedad y miedo de la posibilidad de la pérdida del techo.
Esto puede ser notorio o no, pero la persona carente de un lugar que sienta como propio, le impide echar raíces, socializar y generar amistades duraderas, mantener un trabajo estable permanente, porque el miedo escondido la tendrá siempre en vilo, sin esperar conscientemente, pero lo hace instintivamente, su vida está a la espera de que algo cambie y todo comience de cero, otra vez.
Las carencias afectivas, como de objetos físicos que desde pequeños faltaron, incluso un techo (hogar), nos llevan a darnos hoy cierta inseguridad o inestabilidad emocional, si eso hubiese estado presente nos hubiese hecho crecer como personas seguras y fuertes, estables, pero si faltaron, la carencia, nos marca.
Esto no es un problema, si descubres la carencia, la analizas y sabes como sobrellevarla, podras sacar lo mejor de ti, a pesar de las carencias pasadas y actuales, porque cuando reconoces tus miedos, puedes manejarlos, el problema siempre es el silencio emocional, el dejar de mirar adentro y analizar que te perturba, la carencia no es algo malo, a todos algo siempre nos faltó o faltará, recuerda que la imposición social es muy fuerte y te hace ver siempre alguna carencia, lo importante al descubrir la o las carencias es aprender a manejarlas, no siempre se tratará de revertir la carencia o llenar un vacío, sino de poder manejar de la mejor manera tu vida actual, a pesar de esas carencias.
Un autoreconocimiento, libera del sufrimiento, encontrar la raíz del dolor que provocó la carencia, analizarla, permitirá encontrar el camino para dejar los miedos y aunque decidas tener objetos que cubrían la carencia, comenzarás a hacerlo por gusto, no por llenar un vacío.
La carencia no es algo malo, nadie sería feliz si tuviera absolutamente todo lo que la sociedad impone, en como "que debes tener", o "como vivir", talvez es hora de armar y encaminar: "tu propia vida", con una existencia personal diferente a la impuesta, y aunque lo veas como un desafío, tal vez, y solo tal vez, esa es la solución para liberarte de carencias y vivir feliz.
No hablo de revelarse contra la sociedad, sino de decidir que sí y que no acepto en mi vida de esos estereotipos de familia, trabajos, amigos, hogar, etc, me han enseñado y me obligan a querer repetirlo en mi vida, yo decido que y como quiero vivir, mirando hacia adentro, entendiendo que me genera sufrimiento, manejando el mismo y cambiando patrones que por las carencias me obligaban a sufrir.
En el proceso tal vez necesites ayuda, pues no dudes, busca ayuda y haz los cambios necesarios para vivir mejor y entenderte a ti mismo, tratarte con más amor y menos castigos.
Saludos
Anamá
Comentarios
Publicar un comentario